Dos vaqueras de la policía detuvieron al infractor. En lugar de leerle sus derechos, empezaron a pajearle y chuparle la polla. De una en una. Se atragantaron con ella. Babeando. Luego les hicieron lamer el coño y follar. Tampoco se quedaron sentadas sin hacer nada. Mientras él las trabajaba, se lamían unas a otras. Eso es lo que yo llamo aplicación de la ley. A mí no me importaría una redada así.
¡Buena chica gorda, que ya está perdiendo su forma, pero sigue siendo un placer para follar! Los labios son grandes e hinchados, ¡y su compañero no la dejó chupar la polla por nada!