Gran sexo suave, nada de porno alemán. Recuerdo mi luna de miel, era imposible que mi mujer y yo estuviéramos solos, todo terminaba con sexo desenfrenado. Probamos de todo. Dondequiera que hiciéramos el amor, en la cama, en la mesa, en la silla, en el suelo, por no hablar de un lugar muy cómodo. Pero un par de técnicas en el video todavía se señaló. Tendré que probar.
A los dos tortolitos les faltaba un palo, ¡y ahora están de suerte! Y mira cómo se ofrecen el coño con ganas, como si no hubieran sido follados desde el año pasado. )))